26.7.09

-Lo que hay detrás de las amenazas de Chávez

Internacionales
-Lo que hay detrás de las amenazas de Chávez

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Especialistas consideran que el supuesto enojo del Presidente de Venezuela hace parte de la estrategia de su Revolución Bolivariana.

La ofensiva armamentista y el discurso nacionalista que ha vuelto a exponer en los últimos días el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, no es una reacción al acuerdo de cooperación militar entre Estados Unidos y Colombia, sino que corresponde a una estrategia ideada hace cerca de cinco años para desarrollar la llamada Revolución Bolivariana.

Dicha estrategia está clara en un documento titulado ‘Revolución Bolivariana, la nueva etapa, el nuevo mapa estratégico’, que fue discutido y aprobado por el Alto Gobierno venezolano en noviembre del 2004 y que, dentro de diez objetivos básicos, resalta el noveno, que se pretende: “Profundizar y acelerar la conformación de la nueva estrategia militar nacional”.

Es precisamente desde ese punto que el gobierno de Hugo Chávez ha diseñado toda su estrategia militar, la cual siempre ha tenido a Colombia como uno de los ejes de referencia para justificar su carrera armamentista.

En esa estrategia del Gobierno bolivariano se propuso “el fortalecimiento de las acciones defensivas en las fronteras para contrarrestar al Plan Colombia; promover la coordinación militar con fuerzas militares amigas, promover e impulsar la integración militar latinoamericana para la defensa y el desarrollo de los pueblos, dotar a la Fuerza Armada Nacional, impulsar un centro de enseñanza con la participación de ejércitos extranjeros y desarrollar la industria militar y naval”.

Cinco años después de haberlos proyectado, prácticamente todos estos puntos han sido desarrollados por el gobierno del presidente Hugo Chávez, dejando en evidencia que al buscar un enfrentamiento con Colombia, sólo pretende justificar el propósito militar de la llamada ‘Revolución Bolivariana’.

No es cesión de soberanía

El nuevo enfrentamiento del Primer Mandatario venezolano con Colombia y su anuncio de movilizar tropa, al tiempo de revisar los asuntos comerciales, lo justificó en la firma del acuerdo de cooperación militar que tendrá el país con Estados Unidos, el cual se fundamenta en el uso de tres bases militares.

Contrario a lo expresado por Venezuela, Ecuador y la oposición colombiana, el mensaje del Gobierno Nacional ha sido muy claro desde hace dos semanas, cuando reveló el avance de ese preacuerdo, el cual se deberá firmar, a mas tardar, en septiembre próximo en Washington.

La defensa, primero, fue ante el Consejo de Estado y esta semana en el Congreso de la República, en donde el Alto Gobierno aseguró que el acuerdo en ningún momento compromete la cesión “de un milímetro” del territorio nacional, como lo aseguró el ministro del Interior y de Justicia, Fabio Valencia Cossio.

Colprensa conoció las obligaciones que se estipulan en el acuerdo colombo-estadounidense, el cual se fundamenta en el respeto a los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas, como también la “sujeción al ordenamiento jurídico” de cada país.

Un aspecto más, que ya está concertado entre Colombia y Estados Unidos, es que se profundizará en la cooperación de áreas como “interoperabilidad, procedimientos conjuntos, logística y equipo, entrenamiento e instrucción, intercambio de inteligencia, capacidades de vigilancia y reconocimiento, ejercicios combinados y otras actividades acordadas mutuamente”.

En el mismo preacuerdo se establece con claridad que todas las actividades requerirán ser autorizadas por las autoridades colombianas y todos los sobrevuelos deben ser autorizados de conformidad con la normatividad nacional.

Como segundo aspecto, las dos naciones expresan que “nada de lo dispuesto en el acuerdo podrá afectar a terceros estados porque su esencia es la cooperación”.

En cuanto al polémico tema de la inmunidad, se dice que “para el personal de los Estados Unidos se aplicará lo previsto en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y en los convenios bilaterales de 1952 y de 1974. Se reconoce la importancia de que las personas cobijadas por inmunidad, y que cometan una actividad ilícita en Colombia, sean investigadas y, si se amerita, procesadas con todo el rigor de la ley. Además, se reconoce como necesaria la cooperación y mutua asistencia sobre el desarrollo de las investigaciones y procesamientos pertinentes, así como el suministro de información (inmunidad, pero no impunidad).

No caer en el juego

El ex presidente de la Comisión II del Senado, encargada de los asuntos militares y relaciones internacionales, Manuel Ramiro Velásquez, sostiene que el peor error que podría hacer el Presidente colombiano es hacerle el juego a su homólogo venezolano.

“Debemos manejar la situación con mucho tino para no retar al presidente Chávez, pues ya conocemos que su reacción iría en contra del empleo de muchos colombianos, que producen para exportar artículos a Venezuela”, expresó el senador antioqueño.

Es precisamente ese tino del que habla Velásquez, el que empezó a utilizar el Mandatario al expresarse sobre el tema. El jueves, por ejemplo, en tono muy tranquilo dijo que “estos acuerdos nunca tienen por objeto crear condiciones de agredir a terceros estados. Eso está excluido en el texto, en los acuerdos que lo enmarcan y en la práctica colombiana”.

El senador Velásquez, quien fue el citante del debate al Gobierno esta semana en el Congreso, insistió en que este debe seguir abierto mientras se firma el acuerdo con EE.UU.

Identidad de país

Otro experto en el tema de las relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela es el ex canciller Guillermo Fernández de Soto, quien sostiene que el país debe enfrentar esta salida de Chávez con sentido de unidad nacional.

Fernández de Soto recuerda que Colombia siempre ha sido un eje estratégico para Chávez al desarrollar la Revolución Bolivariana e indicó que lo más importante para Colombia es que se debe actuar de forma unida, en especial porque este tipo de roces siempre generan una afectación comercial, por lo cual “debe haber un consenso en lo político y lo económico”.

Incluso, va un poco más allá y pide que Estados Unidos fije una posición de más alto nivel para defender la posición de Colombia: “Debemos actuar con mucha sensatez y prudencia. En los momentos difíciles es cuando se ve el talante de los gobernantes”.

Guerra, distante

El también ex ministro de relaciones exteriores Augusto Ramírez Ocampo opina que el anuncio del presidente Hugo Chávez de ordenar una movilización de tropas a la frontera no es nuevo y que hace un año, cuando lo dispuso, finalmente lo echó para atrás.

Reconoce Ramírez que si bien es preocupante para Colombia la decisión de Venezuela de seguir armándose, comprar armas y recibir asesoría de países como Irán, Rusia y China, no ve cerca la posibilidad de una guerra.

Frente al acuerdo militar dice que Venezuela quiere olvidar que está basado en el anterior Plan Colombia, que se firmó durante el gobierno del presidente Andrés Pastrana Arango.

Dato clave

Ayer, ante el Parlamento de su país, el presidente Hugo Chávez acusó a EE.UU. de convertir a Colombia en la Israel de América Latina.


“El presidente yanqui está convirtiendo a Colombia en una plataforma para agredir a pueblos hermanos“, dijo Chávez e instó a Uribe a reflexionar.

Objetivos de la Revolución Bolivariana

En noviembre de 2004 el presidente Hugo Chávez se propuso cumplir diez objetivos para la Revolución Bolivariana. La mayoría de los mismos ya los ha desarrollado:

1. Avanzar en la conformación de la nueva estructura social.

2. Articular y optimizar la nueva estrategia comunicacional.

3. Avanzar, aceleradamente en la constru-

cción del nuevo modelo democrático de participación popular.

4. Acelerar la creación de la nueva institucionalidad del aparato del Estado.

5. Activar una nueva estrategia integral y eficaz contra la corrupción.

6. Una nueva estrategia electoral.

7. Acelerar la construcción del nuevo modelo productivo rumbo a la creación del nuevo sistema económico.

8. Continuar instalando la nueva estructura territorial y eliminar el latifundio.

9. Profundizar y acelerar la conformación de la nueva estrategia militar nacional.

10. Seguir impulsando el nuevo sistema multipolar internacional.

Fuente: El País (Colombia)

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